El aroma del jazmín flota pesado en el aire de Barcelona, una dulce fragancia que a menudo calma mi alma. Pero últimamente, incluso esta familiar comodidad se siente… apagada. Como sanadora holística y escritora independiente, paso mis días ayudando a otros a navegar por las complejidades de sus paisajes interiores. Y lo que he estado viendo, tanto en mis clientes como en mis propias reflexiones, es un profundo malestar, una sensación generalizada de desconexión. Este malestar, creo, está profundamente entrelazado con lo que las filosofías orientales llaman “Maya” – la ilusión de la realidad.
Maya, en esencia, es el velo que oscurece nuestra verdadera naturaleza, la danza cósmica de la percepción que nos lleva a creer en la solidez y permanencia de las cosas que, de hecho, están en constante cambio. Piensa en ello como la pantalla de cine de tu mente, proyectando una historia con la que te identificas, pero que no es necesariamente toda la verdad. Esta ilusión, aunque no es inherentemente maliciosa, puede afectar significativamente nuestra salud mental.
El problema central surge cuando nos aferramos a estas percepciones ilusorias. Creemos que nuestros pensamientos son hechos, nuestros sentimientos son estados permanentes y nuestras circunstancias nos definen. Esta identificación con lo efímero crea sufrimiento. Perseguimos placeres fugaces, tratando desesperadamente de llenar un vacío que solo puede ser llenado al reconocer nuestra integridad inherente. Nos resistimos al dolor, luchando contra el flujo natural de la vida, aferrándonos a lo que queremos que sea verdad en lugar de aceptar lo que es. Esta resistencia, esta lucha contra Maya, alimenta la ansiedad, la depresión y una profunda sensación de desconexión. Quedamos atrapados en un ciclo de querer y temer, impulsados por la creencia de que nos falta algo esencial.
Pero, ¿y si pudiéramos echar un vistazo detrás de la cortina de Maya? ¿Qué pasaría si pudiéramos aprender a ver las ilusiones por lo que son – proyecciones temporales de nuestras mentes – y encontrar una sensación de paz y bienestar más profunda y duradera? Aquí es donde entra la sanación holística.
Como sanadora, creo que la verdadera salud mental no se trata de enmascarar los síntomas o suprimir las emociones. Se trata de comprender las causas profundas de nuestro sufrimiento y desarrollar las herramientas para navegar por las complejidades de la vida con mayor conciencia y compasión. Se trata de quitar suave y pacientemente las capas de ilusión para revelar la verdad radiante que reside en nuestro interior.
Una herramienta poderosa para trabajar con Maya es la atención plena. Al cultivar la conciencia del momento presente, podemos comenzar a observar nuestros pensamientos y sentimientos sin juzgarlos. Podemos verlos como fenómenos transitorios, como nubes que pasan en el cielo, en lugar de identificarnos con ellos como aspectos definitorios de nuestro ser. Este simple acto de observación crea espacio, lo que nos permite separarnos de las historias que nuestras mentes nos están contando constantemente.
Otro elemento clave es la autocompasión. Maya a menudo nos engaña haciéndonos creer que somos defectuosos o indignos. Nos comparamos con los demás, nos centramos en nuestras deficiencias percibidas y nos juzgamos con dureza. La autocompasión nos permite encontrarnos con amabilidad y comprensión, reconociendo que todos somos seres imperfectos que navegamos por un mundo desafiante. Nos permite abrazar nuestra vulnerabilidad y aprender de nuestros errores sin caer en ciclos de autocrítica y vergüenza. Imagínate ofrecer las mismas palabras amables y la misma comprensión que le ofrecerías a un querido amigo en apuros, pero dirigiéndolas hacia ti mismo.
La sanación energética, como el Reiki o la Sanación Pránica, también puede ser increíblemente efectiva para desmantelar la ilusión de Maya. Estas modalidades funcionan equilibrando los centros de energía del cuerpo, eliminando los bloqueos energéticos y restaurando una sensación de armonía y flujo. Cuando nuestra energía está equilibrada, es menos probable que nos dejemos influir por pensamientos y emociones negativas, y más capaces de acceder a nuestros recursos internos de fuerza y resiliencia. Nos ayuda a reconectar con nuestra intuición y sabiduría interior, permitiéndonos tomar decisiones que estén alineadas con nuestro bien mayor.
Además, explorar la mente subconsciente a través de prácticas como llevar un diario y el trabajo con sueños puede revelar patrones y creencias ocultas que contribuyen a nuestro sufrimiento. Nuestra mente subconsciente es un poderoso almacén de experiencias pasadas y comportamientos aprendidos. Al traer estos aspectos ocultos de nosotros mismos a la conciencia, podemos comenzar a comprender su influencia en nuestra experiencia actual y tomar decisiones conscientes para cambiarlos.
Es importante recordar que este viaje de desvelar Maya es un proceso, no un destino. Habrá momentos en los que nos sintamos perdidos y confundidos, abrumados por la intensidad de nuestras emociones. Pero con paciencia, autocompasión y las herramientas adecuadas, podemos aprender a navegar por la ilusión y encontrar una sensación de paz y bienestar más profunda y duradera. Podemos comenzar a vernos a nosotros mismos y al mundo que nos rodea con mayor claridad y comprensión, reconociendo la interconexión de todas las cosas y abrazando la belleza e impermanencia de la vida.
En última instancia, la clave para el bienestar mental más allá de Maya reside en reconocer nuestra verdadera naturaleza como seres de luz y amor. Al conectar con nuestra sabiduría interior y abrazar el momento presente, podemos trascender las limitaciones de nuestras mentes y experimentar la libertad y la alegría que son nuestro derecho de nacimiento. Se trata de comprender que la ilusión no es algo contra lo que luchar, sino algo que comprender y trascender.
Y recuerda, no estás solo en este viaje. Busca comunidades de apoyo, conéctate con sanadores y terapeutas que resuenen contigo, y permítete recibir el amor y el apoyo que mereces. El camino hacia el verdadero bienestar mental es un viaje de autodescubrimiento, y es un viaje que vale la pena emprender.
Mi Horóscopo Semanal para Escorpio
Queridos compañeros Escorpio, como vuestra sanadora residente de Escorpio, me siento profundamente conectada con las energías que nos rodean esta semana. Esto es lo que estoy sintiendo para vosotros:
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Riqueza: Esta semana, los asuntos financieros requieren una atención cuidadosa. Evita los gastos impulsivos y concéntrate en la elaboración de presupuestos. Podría haber un gasto inesperado, así que prepárate. Revisa tus inversiones y considera la posibilidad de buscar el consejo de un asesor financiero si es necesario. La paciencia es clave; la estabilidad financiera está al alcance si permaneces disciplinado.
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Amor: Las estrellas se están alineando para conexiones emocionales profundas. Para aquellos que tienen una relación, esta es una semana para nutrir la intimidad y la vulnerabilidad. Escorpio solteros, es posible que os sintáis atraídos por alguien que encarna la autenticidad y la profundidad. Confía en tu intuición y no tengas miedo de abrir tu corazón.
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Amistad: Tus amistades te traerán inmensa alegría y apoyo esta semana. Dedica tiempo a la conexión genuina y a las conversaciones sinceras. Sé un oído atento para tus amigos, y ellos te corresponderán de la misma manera. Una reunión o encuentro largamente esperado podría traer alegrías inesperadas.
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Carrera: Esta es una semana para la planificación estratégica y la acción enfocada en tu carrera. Puedes sentir una oleada de energía creativa y un deseo de tener un impacto significativo. Ten cuidado con la dinámica de poder y evita quedar atrapado en la política de la oficina. Tu arduo trabajo y dedicación serán reconocidos, así que mantente enfocado en tus objetivos. Pueden surgir oportunidades de ascenso inesperadamente.